¿Cuales son los posibles tratamientos?
El cáncer de mama puede ser tratado en forma local o sistémica. Los tratamientos locales incluyen terapias que sólo van a afectar a la zona en donde está o estuvo un tumor. Los más conocidos son la cirugía y la radioterapia.
La cirugía consiste en extirpar un tumor como parte del tratamiento del cáncer y, en ocasiones, puede incluir la extirpación de algunos o todos los ganglios axilares.
La cirugía puede o no formar parte del plan de tratamiento que el equipo médico diseñe para cada caso.
El tipo de cirugía a llevarse a cabo también será una decisión consensuada con su equipo médico y el paciente.
La radioterapia consiste en la aplicación de rayos en una zona del cuerpo. Habitualmente es indicada tras la cirugía de la mama o para el tratamiento de un tumor que está provocando dolor en una zona del cuerpo.
La radioterapia se aplica durante varios días seguidos. El tratamiento es corto, puede durar entre cinco y diez minutos.
El tratamiento sistémico involucra la administración oral, endoveno- sa, intramuscular o subcutánea de medicamentos que buscan controlar o prevenir la aparición de la enfermedad en todo el cuerpo. La opción más conocida, pero no la única, es la quimioterapia.
La quimioterapia es el uso de drogas antitumorales que se utilizan para intentar destruir células anormales del organismo.
Existe una gran variedad de agentes quimioterápicos, que se administran por vía intravenosa o por vía oral. La selección del momento en el cual recibirá este tratamiento y el esquema de medicamentos será individualizado por su médico oncólogo de acuerdo a las características clínicas de su enfermedad.
Este tratamiento habitualmente se administra en forma ambulatoria, aunque a veces también pueden requerir de internaciones de 1 o 2 días de acuerdo a la patología a tratar.
La terapia hormonal es un tipo de tratamiento para el cáncer que elimina, bloquea o agrega hormonas específicas al cuerpo.
La terapia dirigida es un tratamiento que apunta a los genes, las proteínas o las condiciones del tejido que contribuyen al crecimiento y la supervivencia del cáncer. Estos tratamientos son muy focalizados y son distintos de la quimioterapia.